Traté de mantener la calma mientras pasaba el rato con mi amiga, no quería que se diera cuenta de lo que me pasaba, ni yo tenía explicación para algo así, ya lo había superado, había pasado tanto tiempo que ya ni lo recordaba.
Luego de dejar a Savannah en su casa, tomé la autopista, ya empezaba a oscurecer y aunque era el camino más largo para llegar a casa, lo tomé por inercia más que por voluntad propia. No entendía lo que me estaba pasando, mi mente estaba dispersa, mientras recorría el camino no paraba de estar preocupada, me sentía alejada de la realidad.
Antes de llegar a casa quise pasar por mi bebida favorita, el estacionamiento no estaba tan abarrotado como pensé así que fue fácil de conseguir un puesto. Tomé mi cartera, mi celular y mientras me bajaba me recogí el cabello para convertirlo en un moño todo descuidado. No sabía si era el calor que hacía o era que yo estaba a punto de sufrir un ataque, pero hasta las manos me sudaban.
Al entrar no quise visualizar mucho el lugar, pero podía sentir el poco ruido que había, algo definitivamente estaba pasando o pasándome.
Seguir leyendo «Sin título 2» →