
Ella estaba destinada a fracasar, a no tener el valor de enfrentar esos demonios que la hacían tan vulnerable, y es que todas las personas llevan un huracán por dentro, sólo los mortales se encargan de no hacerlo estallar. De ser todo o nada, pasó a querer ser simple en búsqueda de paz. Por eso se cuestionaba si la vida la había ayudado a madurar después de tantos golpes. Era un manojo de emociones, tenías que conocerla para descubrir que había dentro de ella. Al final, las películas de amor no estaban tan equivocadas, siempre llega alguien te hace ir despacio y saborear cada momento del día.
Todo se trataba de sobrevivir, de abrir los ojos y respirar el primer momento de la mañana. Ya no concurría los mismos lugares de antes, ya no se relacionaba con las mismas personas de antes, realmente ella había querido dejar a un lado una gran parte que la había hecho tan feliz y quizás tan triste al mismo tiempo, pero a pesar de eso se sentía infeliz, muerta y sin vida, porque ahí era donde ella pensaba que lo único que estaba haciendo era sobrevivir en vez de vivir.
– ¿Es injusta la vida?
Ella juraba que lo había conocido todo, que le habían enseñado todo, hasta que la vida sin ella haberlo decidido le dio un giro que la hacía estar inestable, queriendo huir y reír al mismo tiempo, sí algo no había cambiado en ella, era ese huracán inmortal que la había sostenido por tanto tiempo.
¿Quién podría pensar que ella tenía miedo de comenzar algo nuevo? Siempre había irradiado seguridad, su carácter era fuerte, pero al final de la tarde encerrada en su habitación podías ver su otra cara, no era una cara diferente en el espejo, no era que cambiaba su aspecto físico y se convertía en otra persona, sino era su otra personalidad, esa que sin darse cuenta todavía extrañaba ciertos caminos. Es tan importante dar seguridad a los demás, pero que tan frágil eres cuando necesitas que alguien para darte apoyo.

Qué equivocadas están muchas personas en esta vida, ella estaba totalmente de acuerdo que todo tenía que venir internamente, desde amarte hasta odiarte, pero todos nos rodeamos de personas, ¿qué sentido tiene ser distantes?, qué importa sí necesitas apoyo, alguien también debe dártelo. ¿O es qué cuando necesitas un abrazo te lo das tú mismo y te sientes mejor? Qué burbuja tan mentirosa en la que vivían los demás, pero ella no.
El día número uno en que su vida debía continuar, ella no sólo quería sobrevivir, por fin ella quería volver a vivir.
Ojalá ustedes la hubiesen podido conocer tanto como yo, era impredecible, era increíble.