Lo que no se habla del amor

Cortesía

Una vez me senté con ella, a escuchar con atención sus frustraciones y molestias, tratar de entender como se sentía y en lo que el amor la había convertido. Por muchos años caminó entre relaciones y aunque no eran pasajeras, habían sido amores diferentes. Ella comprendía que de cada una de ellas había sacado algo bueno, siempre terminándolas en buenos términos, sin embargo la ultima, por la que estaba recorriendo un largo camino la hacía sentir una montaña rusa de emociones, una nostalgia interna que no entendía. No quería juzgarla, ni hacerla sentir culpable ya que le sobraban opiniones acerca de todo lo que había hecho mal, refiriéndome a no pensar con la cabeza sino con el corazón y aunque para muchos eso no está mal, en este punto ella pensaba que sí.

No todas las relaciones son iguales, cada una te puede llevar a lo más alto o hundirte en las profundidades del infierno, no podría describirlo de otra forma, pero la veía y sabía que no lo merecía. ¿Cómo puedo ayudarla a recuperarse? me preguntaba todas las noches. Comencé a leer acerca del tema, indagar en como debería ser la relación perfecta para mostrársela, pero ninguna habla de las veces en el que el apego emocional te invade. No soy experta, quizás estaba diciendo una barbaridad, pero, ¿Cómo haces para salir ilesa de esta lesión? no había manera, no tenía otra opción.

Cada fallo en su vida amorosa la perturbaba, quería conseguir en esa persona lo que no podía encontrar, dándose con la misma piedra. No la juzguen, entiéndanla, ella lo amaba y se supone que cuando amas luchas hasta el final, peroooo… ¿será qué era ella quién estaba errada?, es decir, ¿Cómo sabe que su forma de amar era la correcta? ¿Quién tiene la última palabra para decir como debe ser una relación perfecta?

Ella miraba al cielo pidiendo en cada amanecer o anochecer una luz que la guiara en este turbio camino, tenía miedo de entregarse por completo, porque sabía que sí lo hacía le dolería la vida entera ser traicionada, quizás la culpa es de ella misma por miedo a lo desconocido, por miedo a salir lastimada. Necesita ayuda, quiero ayudarla, pero en este momento solo deseo consolarla. Debe sanar heridas ajenas a esta situación y entender que no se encuentra sola, que muchas personas pasan por esto. Y sí la vieran, cada vez que sonríe florecen miles de girasoles a su alrededor, porque no importa lo muy hundida que esté sabe fingir muy bien que el dolor no le pertenece.

Si tienes una persona pasando por esto, no la llenes de consejos, no es tu historia, no eres tú quién está pasando por esto, cada quién siente y ama de forma diferente. Todos merecemos ser amados genuinamente. Brinda tu hombro, seca sus lagrimas y sonríele, en ese momento de desahogo ella sabrá que hacer. Va a renacer, va a salir adelante y va a seguir.

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