Like crazy

Una historia escrita por una mujer, pero narrada por otros. Así comencé a escuchar acerca de ellos, cada uno daba su opinión sobre esta historia, opiniones diferentes, pero al final coincidían en algo, en que estaban locos de amor.

Empecemos por el inicio de todo.

Una tarde de verano, de esas donde el sol quemaba y el viento no soplaba, sus almas se encontraron por primera vez. Inesperadamente, sin verse antes, sin hablarse tanto, sin conocerse mucho. El miedo invadía el momento sin saber que esa salida lo cambiaría todo para ambos.

Primero pasaron de un hola a terminar abrazados, a no querer despedirse ese día, el ambiente se hacía cálido. Una sonrisa al ver como ella bajaba las escaleras hacia su destino la regreso a la vida, volviendo pasos atrás para abrazarlo por última vez. Nada fue a proposito, pero quién iba a pensar que fracciones de horas se convertirían en años.

Ellos no eran de esta época, se les hacía muy fácil prometerse amor eterno. Sólo un mes pasó para poder decir te amo y marcar sus pieles con tinta permanente. Ella lo había escuchado primero y aunque le asustó, sabía que era la opinión de los demás lo que le preocupaba. Es cierto, hay que estar muy loco para hacer todo eso en tan poco tiempo.

Ardían en inocencia, en pureza y simpleza, en canciones dedicadas y es qué ella supo que sus almas estaban unidas, cuando al encontrase a miles de kilometros lejos de él sonó su canción favorita en la radio. Me asombraba escuchar este tipo de anecdotas acerca de ellos, no estamos hablando de ficción, estamos hablando de una historia real.

Antes de irse él brillaba de amor y felicidad por ella, unas vacaciones soñadas con las palabras correctas: «No estamos separados, seguimos viendo la misma luna.»

Los días pasaban volando, pero no había día donde no se extrañaran, sus amigos en común se reían y no paraban de ayudarlos en sus inventos porque si algo podían hacer, era hasta lo imposible por estar juntos. Escribiendo sus iniciales en un árbol encerrandolas con un corazón, llenando paredes blancas con letras de colores, sillas de autobuses, pieles marcadas y más, por si en algún momento olvidaban cuanto se amaban les apareciera una señal.

No dejaba de asombrarme todo lo que alquien es capaz de hacer por amor, algunas veces sentí que me mentían con estos cuentos, pero no, sucedió de verdad.

Llegó el primer año, donde muchos momentos los hicieron ser protagonistas, acampadas, amaneceres, atardeceres, brisa del mar, risas a carcajadas, ese año nunca fue bajo, todo siempre vibro alto, muy alto. El mejor regalo que marcaría sus vidas para siempre, siendo siempre un sí a todo.

¿Quién iba a decir que ella llegaría un día de sorpresa? Mientras el escribía que la amaba. El amor existía por ellos, nada era igual.

Seguían esas historias sonando en mis oídos, aunque no todas fueron buenas. Continuaban diciendo que después de años ya no pudieron estar más juntos. Muchos entendían y sabían que había una explicación para eso, «así es la vida» finalizaban sus relatos.

Los veían llorando mientras estaban separados, llevando su duelo como mejor pudieron, sin embargo, desde lo más lejos aún se prometían amor eterno. No son Romeo y Julieta, pero sí existe una reencarnación despues de esta vida, sólo ellos piden volver a encontrarse.

Fueron, son y serán almas gemelas en el momento incorrecto.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s